Siempre les digo a quienes trabajan conmigo algo sencillo pero clave: "El terapeuta trabaja para ti"
Y es que en terapia es el psicólogo el que tiene la responsabilidad de guiar la sesión. Así que si sientes que no te expresas bien o no sabes por dónde empezar, sin problema: Nuestro papel es estructurar la conversación, siempre respetando lo que quieras abordar y lo que no, siguiendo tu ritmo.

Para empezar

La primera sesión está diseñada para que te sientas cómodo/a, para explorar tus motivos y para que puedas conocer al profesional que te está ayudando.

1. Introducción y motivo de consulta

Antes de la primera sesión, suelo ofrecer una llamada informativa gratuita. En ella, podrás conocerme como profesional y entender en qué consiste el proceso terapéutico y la metodología que seguiremos.

Al inicio de la sesión, recordaré esta información, abordaré cualquier duda pendiente y trataremos aspectos importantes como la confidencialidad.

¿Cómo es la estructura de una primera sesión?

Hablaremos sobre lo que te ha llevado a tomar la decisión de comenzar terapia. No necesitas tener una respuesta clara; basta con expresar tus inquietudes o aquello que te preocupa en este momento.

Por una parte, es importante destacar que, del mismo modo en que las personas no somos idénticas, nuestros aspectos a trabajar tampoco lo son. No existen dos ansiedades exactamente iguales; por eso, es fundamental realizar una evaluación y comprender bien el funcionamiento de aquello que vamos a tratar.

Por otra parte, cada profesional de la psicología tiene su estilo, y en nuestra profesión existen diferentes recomendaciones en cuanto al enfoque de las sesiones, siempre con una preparación previa. Por un lado, existen entrevistas estructuradas, más cerradas y con una guía concreta; por otro lado, hay entrevistas semiestructuradas, que son más flexibles. El uso de un tipo de entrevista u otro dependerá de la naturaleza del problema a tratar, ya sea más específico o más generalizado (no es lo mismo abordar una fobia a espacios cerrados que un duelo o una adicción).

Sin embargo, la mayoría de las primeras sesiones en terapia cognitivo-conductual coinciden, en líneas generales, en la siguiente estructura:

2. Conocer tu historia

Para entender mejor el contexto del problema, puedo preguntarte sobre tu situación actual. Por ejemplo:

• Contexto personal: relaciones (amigos, familia...), actividades diarias, hábitos o rutinas, eventos importantes.

• Estado emocional: cómo te has sentido, cuál es la emoción predominante en tu día a día o con el problema a tratar, pensamientos frecuentes que pudieras tener.

• Salud en general: sueño, alimentación, condiciones médicas que pudieran generar malestar, tratamiento farmacológico que pueda interactuar a nivel psicológico, etc.

Si hay temas que prefieres no abordar, no los tocaremos, es completamente lícito mencionarlo. Siempre respetaré tu espacio y velocidad. Solo trataremos lo que quieras tratar.

4. Resolver dudas

Como profesional me gusta destacar la importancia de que, como consultante, te sientas en libertad para plantear todas las preguntas y resolver cualquier inquietud sobre el proceso terapéutico, ya sea conmigo o con cualquier otro profesional que te acompañe.

Tanto en esta primera sesión como en las siguientes, te animo a preguntar qué se está evaluando, por qué trabajamos ciertos aspectos, cuál es la frecuencia necesaria de las sesiones, entre otros.

Es fundamental que tengas claridad sobre lo que estamos haciendo para que no te sientas perdido/a en el proceso. Esto es algo más común de lo que parece, y trabajaremos para evitarlo.

Para finalizar me gustaría darte algunas recomendaciones

Gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo en leerme, espero que estas palabras hayan podido despejar algunas incógnitas. Igualmente, si tuvieras alguna otra cuestión a resolver, estamos en contacto para poder ayudarte en lo que necesites.

¡Nos vemos!

Una primera sesión marca el inicio de la relación terapéutica, es decir, el comienzo de un trabajo en equipo que se enfocará en encontrar soluciones. Lo más importante es que sepas que no necesitas llevar nada preparado, que el espacio está diseñado para que sea lo más cómodo posible y que te permitas evaluar si sientes que la profesional que tienes delante es quien podrá ayudarte en tu proceso. Así que, ya sabes:

• No es un examen: Un psicólogo es un profesional que se enfocará en ayudarte sin juicios de ningún tipo. Nuestro trabajo consiste en comprender lo que está ocurriendo y analizarlo objetivamente. Además, si hay algo de lo que no deseas hablar, siempre se respetará tu espacio y tus tiempos.

• Tómalo con calma y pregunta todo lo que necesites: si algo no queda claro, pide información.

• Confía en tus sensaciones: Si después de la primera sesión no te sientes cómodo/a, es totalmente válido buscar a otro profesional con quien conectes mejor.